Es una institución símbolo de la defensa de los Derechos Humanos durante la dictadura militar y continuadora del trabajo realizado por el Comité de Cooperación para la Paz.
Fue creada en enero de 1976 por el Cardenal Raúl Silva Henríquez y brindó apoyo jurídico y espiritual a todas las personas, cuyos derechos fundamentales fueron violados por el Estado.
Abrió sus puertas en el Palacio Arzobispal, en el costado poniente de la Plaza de Armas y concluyó sus actividades el 31 de Diciembre de 1992. Actualmente tiene una Fundación de Documentación y Archivo en el Arzobispado de Santiago, que puede ser consultado para fines jurídicos y académicos.