Es un sitio gastronómico de tradición, que abrió sus puertas en 1879 y rápidamente se convirtió en un punto de convergencia social y política de la capital. Por su ubicación, cercana al centro cívico, desde siempre ha sido un espacio concurrido por políticos y aristocráticos señores de antaño.
Se destaca por su refinado ambiente y por la creación del famoso sándwich Barros Luco, en honor al Presidente de Chile de 1910, Ramón Barros Luco. El mandatario asistía al local pidiendo la inédita combinación de carne a la plancha y queso caliente, lo cual se popularizó rápidamente a nivel nacional.
La Confitería Torres ocupa el primer piso del edificio conocido como Palacio Iñiguez, de fina arquitectura y una segunda sucursal está situada en el Centro Cultural La Moneda.
En 2005 y con motivo de la conmemoración de los 200 años de Chile como República, la Comisión Bicentenario, junto al Cuerpo Diplomático y a destacadas autoridades del Gobierno de Chile, inauguraron la CAVA Bicentenario en el subterráneo de la Confitería Torres; con la mirada puesta en un brindis conmemorativo en 2010, donde se descorcharían sus primeras botellas de vino premium. Fue una manera de replicar el brindis que en 1910 realizó, en el mismo lugar, el Presidente de la República Emiliano Figueroa, como parte de los festejos por los 100 años de la República de Chile.
La cava se encuentra disponible a público general, previa reserva.