Calle Santo Domingo


Antigua Calle Santiago de Azócar.

Fue en esta calle donde Pedro de Valdivia instaló en un solar a Inés de Suárez. En él, también se ubicó una de las primeras cárceles, donde se encuentra actualmente el Cuerpo de Bomberos de Santiago.

La calle adquiere su nombre cuando los Dominicos instalaron su convento y su primer templo. Sin embargo, en el siglo XVIII alcanza su mayor apogeo.

Dado los desbordes del río Mapocho en 1738 y la destrucción de las residencias del sector, los comerciantes se adueñaron del céntrico lugar, construyendo residencias y bodegas, unas al lado de otras. Entre Puente y Morandé se concentraban las noticias económicas, entre las once de la mañana y la hora de la siesta.

La calle se hizo famosa por sus tertulias políticas. Francisco León, amigo de Bernardo O’Higgins, abrió sus salones para que en ellos funcionara la Logia Lautarina, sociedad libertaria de gran importancia para la independencia del continente.

La calle terminaba hacia el poniente en el cruce con Teatinos, esquina donde se construyó la primera casa de ladrillos en 1789, conocida como La Bastilla. En este lugar se instaló el primer servicio de correos republicano.

Otro atractivo de la calle era su cancha de bolas y bochas. En vez de lanzar la bola con la mano, los jugadores utilizaban mazos de guayacán, marcando puntos cuando pasaba bajo un arco de hierro.

Fotografía. Lorena Bruna. Guía de Turismo


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