Reseña
En el norte de la comuna de Santiago y flanqueado por el río Mapocho, el Parque Forestal se alza como una de las áreas verdes más emblemáticas de la ciudad y un llamativo paseo para santiaguinos y turistas.
Miles de personas se sienten atraídos por sus prados y los atractivos de su entorno, vinculándose con la riqueza cultural viva de los barrios Lastarria, Bellas Artes y Centro Histórico.
A lo largo del parque, desde el puente Pío Nono hasta el Centro Cultural Estación Mapocho, es posible conocer importantes hitos que acentúan su atractivo, como el Museo de Bellas Artes o la Fuente Alemana.
Historia
El Parque Forestal fue construido a fines del siglo XIX, con la finalidad de crear un parque arbolado, que finalmente se convertiría en un pulmón verde para la ciudad.
En sus orígenes coloniales esta zona no estaba habitada y era usada como rancho de animales o espacio para prácticas militares, pero carecía de un uso definido.
Su diseño fue obra del paisajista francés Georges Dubois, cuyo objetivo fue dar vida a un parque arbolado. Aprovechando la proximidad del río, se decidió inundar varias cuadras para nivelar e irrigar la zona. Durante las obras se plantaron ceibos, araucarias, olmos, castaños, cipreses y palmas chilenas, entre otras especies.
El Parque Forestal tiene más de 6.400 árboles, entre los que destaca la columna de plátanos orientales que va desde Plaza Italia hasta el Museo de Bellas Artes.
A través de su historia ha tenido múltiples transformaciones, como la incorporación de los Jardines del Palacio de Bellas Artes; la supresión de la laguna, que fue desecada en 1944; y la construcción de una zona de juegos infantiles, entre otras.
La intervención más reciente fue responsabilidad de la Municipalidad de Santiago y tuvo lugar en 2011, cuando aumentaron las áreas verdes, se construyó una ciclovía y se renovó la Fuente Alemana, entre otras acciones.
Atractivos
Entre sus hitos resalta la Fuente Alemana, donada por la comunidad germana en 1910; el monumento a Rubén Darío, inaugurado en 1945 en honor al poeta nicaragüense; y la escultura “A la Gloria”, regalada por Francia con motivo del Centenario de la República en 1910.
Santiago.