Después del Golpe Militar y al igual que el Estadio Nacional, este recinto deportivo se convirtió en un centro masivo de detención y tortura. Hasta allí fueron trasladados personas detenidas en la Universidad Técnica del Estado, entre ellas, el cantautor chileno Víctor Jara. Jara fue torturado y asesinado en este lugar, el 16 de septiembre de 1973 y es en su honor que, a partir de 2004, este estadio lleva su nombre.
Terminada la dictadura cívico-militar, la Fundación Víctor Jara junto a diversas organizaciones sociales, culturales y de derechos humanos, comenzaron un largo proceso de marca y recuperación del Estadio para convertirlo en un espacio abierto al arte, la cultura y el deporte, considerando su dimensión como Sitio de Memoria. Y en ese contexto han realizando múltiples esfuerzos y actividades, como Canto Libre, Jornadas de Purificación en 1991; conciertos y actividades de homenaje y conmemoración; campañas para cambiar el nombre del estadio, entre 1998 y 2003 y su declaratoria como Monumento Histórico en 2009.
Arturo Godoy, 2750, Santiago.