Está situado en Peñalolén y desde 1997 es un lugar de memoria, gratuito y abierto al público todos los días del año.
Funcionó como centro de detención y tortura entre 1974 y 1978. En democracia, fue recuperado y convertido en sitio de memoria y espacio de promoción de los Derechos Humanos, gracias al trabajo de sobrevivientes, organizaciones de Derechos Humanos y la comunidad.
En su interior, diversas expresiones simbólicas rinden homenaje a quienes estuvieron detenidos en el lugar, como el Jardín de las Rosas, con los nombres de mujeres víctimas de la violencia impresos en placas de cerámica; el Muro de los Nombres, una Sala de la Memoria, que contiene pertenencias de detenidos desaparecidos; la reconstrucción de una celda y de una torre de castigo y la sala museográfica: Monumento Rieles Bahía de Quintero, un proyecto arquitectónico que en su interior mantiene fragmentos de los rieles usados para lanzar cuerpos de detenidos y detenidas al mar; piezas que fueron donadas a Villa Grimaldi.
Pasaje José Arrieta, Penalolen.