Puentes metálicos sobre el rí­o Mapocho


Durante la época de la colonia, las autoridades de Santiago tuvieron que lidiar con un grave inconveniente: la cercanía del río Mapocho con la ciudad, que cada cierto tiempo se desbordaba, producía graves inundaciones y cortaba la comunicación con el lado norte del río, conocido como La Chimba.

Conocido fue el “Puente de Palo”, que construido en madera, era el lugar de paso obligado para cruzar el río Mapocho.

Pero fue el puente Cal y Canto, la obra de ingeniería más importante durante la Colonia. Comenzó a ser construido en 1767, constaba de once arcos, medía cerca de 200 metros de largo y era lo suficientemente ancho para dos carretas grandes.

Debido a la gran crecida del río de 1888, el puente Cal y Canto sufrió daños considerables que terminaron con su destrucción. Después de esto se decidió canalizar el Mapocho y encargar algunos puentes metálicos, de moda en Europa por aquellos años, a la compañía inglesa Lever Murphy y Cia.  y a la francesa Schneider-Creuseot.

Los trabajos de canalización del Mapocho y la llegada de cuatro puentes metálicos definitivos, permitieron que la zona norte de Santiago se desarrollara plenamente, al tener contacto directo y fluido con el centro.

La estructura de los puentes varía, ya que en algunos casos están conformados por vigas curvas de celosía, como es el caso del puente que enfrenta la Fuente Alemana en el Parque Forestal, mientras que otros, como los de Purísima, emplean vigas rectas de celosía y tienen arcos en la parte superior que corresponden a los montantes

Dirección

– Dos frente a calle Purísima.
– Uno frente a la Fuente Alemana.
– Uno frente a calle 21 de Mayo.


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