La Vega Central es uno de los espacios de comercialización de frutas y verduras frescas más pintorescos y tradicionales de la capital. En ella es posible encontrar otras expresiones de la cultura popular, como artesanías y comidas típicas.
Sus locales son atendidos por comerciantes que en su mayoría han heredado el oficio de sus padres, manteniendo esta actividad como una tradición familiar.
La zona donde está emplazada, al lado norte del río Mapocho, fue durante la Colonia un espacio agrícola y rural, características que lo convirtieron en un sitio de venta de los productos allí extraídos. En el siglo XVIII, la construcción del Puente Cal y Canto unió esta zona con el centro urbano.
En 1895 se inició la construcción de la Vega Central como espacio oficial y permanente para vender y almacenar los productos de los feriantes.
Actualmente, la vega es un bullante lugar de Santiago, con 9,5 hectáreas localizadas a 7 cuadras de la Plaza de Armas. En ella convergen simpáticos vendedores, típicos restaurantes y ávidos compradores de todos los estratos sociales, destacando como un punto permanente de vida popular y autenticidad patrimonial.
Recoleta.