El convento y la iglesia de los frailes capuchinos ocupan los terrenos donados por Vicente Larraín Espinosa y Valentín Fernández Beltrán. Su antigua dueña había sido María Rosa Portales.
Los Capuchinos o Franciscanos Menores llegaron a Chile en 1848 y alrededor de la Iglesia se formó un barrio residencial. La actual iglesia comenzó a construirse en mayo de 1853 y fue puesta bajo el patrocinio de San Antonio de Padua.
La construcción es de Eusebio Chelli y fue realizada entre los años 1853 y 1861. El edificio es una clara muestra de la admiración de Eusebio Chelli por Andrea Palladio, el gran arquitecto italiano del siglo XVI. Tal como en la Iglesia del Redentor en Venecia, Chelli separa el presbiterio de la sacristía con una pantalla de columnas.
Al interior, en la Capilla Hebdómada hay una pintura en que Cristo y los apóstoles, durante la última cena, comen un gran pollo.
Catedral, 2345, Santiago.