Reseña
La Capilla del Sagrario, situada a un costado de la Catedral Metropolitana, ocupaba el mismo sitio donde se levantó la Iglesia Mayor, tras la Fundación de Santiago.
Actualmente, está dedicada a la Patrona de Chile, la Virgen del Carmen. Su imagen se encontraba originalmente en la Basílica del Salvador, templo que cerró sus puertas debido a los daños sufridos en el terremoto de 1985.
Fue declarada Monumento Nacional en 1975.
Historia
La capilla se encuentra en el mismo lugar donde se edificó la primera iglesia de madera y paja de Santiago, que se mantuvo en pie aproximadamente ocho meses, hasta que los indígenas, al mando de Michimalonco, asaltaron y destruyeron la ciudad en 1541.
La fachada de la iglesia actual fue proyectada por Joaquín Toesca, aunque la construcción se inició sólo en 1846, bajo la dirección del arquitecto Francisco Stolf, quien no terminó la obra por falta de financiamiento. En 1858 se reanudaron los trabajos, que concluyen cinco años después.
A lo largo de su historia no fue mayormente intervenida, hasta que en enero de 2000 Monseñor Francisco Javier Errázuriz propuso que la Cofradía Nacional del Carmen asumiera su restauración, para que fuera sede de la imagen coronada y llegara a ser su futuro Santuario.
Gracias a muchos y generosos benefactores, el 16 de julio de 2004 se realizó la entronización solemne de la imagen de Nuestra Señora del Carmen en este templo.
Arquitectura
La imagen permaneció alojada en la Basílica del Salvador, hasta que los daños sufridos por el terremoto de 1985, obligaron su cierre y la posterior reubicación de la figura de Nuestra Señora del Carmen en la Catedral Metropolitana, donde permaneció por ocho años.
La capilla cuenta con una nave única orientada de norte a sur, que aprovecha los muros coloniales existentes. Originalmente se accedía a ella por la puerta principal que da a Plaza de Armas, pero actualmente existe una entrada desde el interior de la Catedral.
El cielo está formado por una bóveda de cañón corrido, decorada con escenas religiosas. Los muros de la nave están modulados por pilastras pareadas de capitel corintio. Asimismo, la fachada principal es de piedra sillar a la vista y conserva la severidad del neoclasicismo de Toesca.
Plaza de Armas, 444, Santiago.